viernes, 19 de agosto de 2016

Tintes fantasía: Rosa pastel

Hace tiempo que el color rosa pastel está demasiado presente en la red. Millones de personas han llevado o llevan este tono y la verdad es que es un color tan bonito, tan femenino/infantil/pequeñopony que ¡tenía que probarlo!


 

 

1. Empecemos por la base. 

Venía de llevar el intento-de-cabello-gris (aquí mi experiencia)  así que mi base era prácticamente un rubio platino. Ideal para probar con los tonos pastel.



En la foto el pelo está mojado, por lo que se ve un poco más oscuro.

 2. Preparar el color

Para preparar mi rosa pastel, diluí un Carnation pink en acondicionador (aquí tienes más información sobre como conseguirlo). Calculé de acondicionador lo que necesitaba para cubrir todo el pelo y le añadí a eso un puntita de rosa, más o menos el tamaño de un garbanzo. Si ves que es muy claro añade más color MUY poco a poco.


Para que veas la diferencia entre la mezcla que hice y el color puro (no te fijes en la cantidad que queda en el bote, porque ya estaba usado).

3. Aplicar y esperar

Aplícalo sobre cabello seco, el color se adhiere mejor. Yo lo dejé actuar unas dos horas y después aclaré con abundante agua tibia (más tirando a fría) para quitar la mínima cantidad de pigmento.




4. Secar y rectificar

Después sólo tienes que secar y comprobar el tono. Recuerda que siempre se aclara un poco cuando se seca, pero aún así, si crees que es muy claro, sólo tienes que aplicar otra vez la mezcla corregida de acondicionador+tinte. 
Si te ha quedado muy oscuro, tienes varias opciones:

- Lavar con un champú fuerte/limpieza profunda. Los sulfatos quitarán gran parte del color.
- Dejarte puesta una mascarilla o un acondicionador durante unas horas para diluir el pigmento.


Tuve la suerte de no tener que rectificar, y me quedó así a la primera. De todas maneras es un color que se va muy rápido con los lavados, así que prácticamente tendrás que teñir casi cada semana
Yo ya me hice la rutina de teñir cada domingo, así que tenía las cantidades perfectamente controladas para mi tipo de cabello.
Así quedaba a los pocos lavados:



Acuérdate que no soy peluquera y que cada persona tiene un tipo diferente de pelo, las porosidades cambian mucho y los colores son difíciles que queden igual en dos personas diferentes, así que mi recomendación es que pruebes primero con muy poco tinte rosa y vayas probando. 
No te preocupes por teñir el pelo muchas veces seguidas. En cada post comento que estos tintes (directions, manic panic, etc.) són como mascarillas con color y no dañan el cabello. Lo que sí daña el cabello es la decoloración que necesitas para esos colores.

5. ¿Rosa frío o rosa dorado? ¿Carnation o flamingo?

Como comenté en el post de los colores pastel en general, puedes ahorrar dinero comprando un tono más oscuro para que te cunda más. Cuanto más oscuro, más cantidad tienes para diluir.
Quise probar con un Flamingo Pink porque és más oscuro que el Carnation, y si me tengo que quedar con uno definitivamente me quedo con el Carnation. El problema del Famingo es que es más cálido y no parece que se quede uniforme. 


Así queda en mojado. La mezcla es con menos cantidad de la que ponía de Carnation, porque es más oscuro, pero aún así queda más intenso y más cálido.


Con el pelo seco no se aclara mucho más y tiene ese subtono anaranjado que no me termina de gustar.
El Flamingo Pink va perfecto si quieres conseguir un rosa pastel rosado o dorado. 
Si no quieres que te quede tan intenso como en la foto, sólo añade una minúscula cantidad de tinte al acondicionador. Aunque creas que lo que pones parece de risa y que no conseguirás nada, es mejor pasarse de menos que de más.
La base para un rosa dorado no tiene porqué ser tan blanca. Prueba con menos decoloración para mezclar el dorado de la base con el tono rosa.

6. Pros y contras

Pros:

- Aparte de ser un color bonito y suavizar las facciones, es relativamente fácil.
- No pasa nada si se te va el color porque no queda mal el efecto ''desgastado''.
- Puedes ducharte sin ningún miedo a teñir la bañera, toalla o las manos.

Contras:

-  Puede obligarte a teñirte cada semana porque es muy claro y enseguida se ve el rubio.
- Las raíces son un incordio. Hay que repasarlas a menudo y casi siempre quedan amarillentas.
- Como decoloras mucho, necesitas un extra de hidratación y mucho cuidado con planchas/secador.
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lunes, 11 de julio de 2016

Reformar un baño sin obras. Nivel novato


Para desconectar un poco del tema pelos y tintes, hoy os traigo un post con la ''manualidad'' más bestia que he hecho hasta ahora.
 
Cuando veo fotos de reformas en internet con el antes y el después me entra la misma envidia que pereza. A partes iguales. 
¿Quién tiene tiempo para un proyecto que no se puede hacer en una tarde? Y encima si tienes que estar varios días con todo manga por hombro (bueno, en mi caso fueron varias semanas jaja). Pero os contaré un poco porqué esta vez ganó la envidia a la pereza...

La cuestión es que gracias a un post que leí de treintay, (os la recomiendo porque es divertidísima y hace unas manualidades de escándalo) empecé a seguirla hasta que un día publicó una entrada con la reforma que le había hecho a su baño. Me quedé tan megaflipada de lo fácil y resultón que quedaba que me animó a pensar que yo también podía hacerlo. Incluso compré el mismo suelo. ¡Culo veo culo quiero!





Ya ves.  
Nos habíamos mudado a una casita centenaria; una planta baja mallorquina semireformada, con un corralito con su limonero, su pozo, todo mega cuco y con un potencial que te mueres.

(Así la decoramos)


El problemazo era el baño.
Como en todas las construcciones antiguas típicas de aquí, está fuera de la casa y tenía el aspecto del de mi abuela. Además esa combinación de baldosa azul y pared salmón... para morirse.
Vamos, que te entraba depresión cada vez que tenías ganas de mear. Así que pensé: Ya que está el baño fuera, ¡al menos que den ganas de ir! y así decidí convertirlo en un rinconcito apartado de la casa para disfrutar de tu ''soledad''... you know...

1. Desmontar y pintar las baldosas

El primer paso es desmontar todos los muebles. Sobre todo el espejo de diseño. No vaya a ser que lo estropeemos con todo el trajín. Mirad a mi novio desmontándolo con sus delicadas manos antes de envolverlo en plástico de burbujas... 

Vale, ya paro con la ironía :P
Si tienes opción de completar la reforma en poco tiempo o tienes la suerte de contar con un segundo baño, te recomiendo que desmontes también el lavabo y cualquier otro mueble o pieza que entorpezca a la hora de pintar. Como nosotros sólo podíamos trabajar en ello los domingos y no tenemos otro baño, hicimos maniobras para pintar por detrás sin desmontar el wc o el lavabo que usábamos cada día.


- A la hora de pintar, elige una pintura específica para baldosas y una anti-moho y lavable para las paredes, en especial en la zona de la ducha.
Las hay de muchos colores y marcas, pero si lo que buscas es dar luminosidad y sensación de amplitud, lo mejor es optar por el blanco o por un color muy claro.

- Primero tienes que limpiar bien las baldosas con disolvente (si lo haces con un limpiador habitual pueden quedar restos de detergente o aceites y la pintura puede no sellar uniformemente). Seca después con un paño limpio.

- ABRE BIEN PUERTAS Y VENTANAS tanto para limpiar como para pintar. Nosotros incluso pusimos el secador en la puerta (a falta de un ventilador) para mover el aire, ¡porque se me iba hasta la cabeza con ese olor!

- Protege con cinta de carrocero y plástico las zonas que no quieras pintar, como el suelo o la grifería a la que puedes ponerle una bolsa encima.

- Recorta primero con un pincel los bordes y esquinas. Acaba el resto con un rodillo de esponja (importante que sea de esponja para un acabado super liso).

- Te recomiendo dar dos o tres capas de pintura para cubrir bien, sobre todo en baldosas oscuras, e insiste con el pincel en la parte de las juntas de las baldosas. Lee siempre las instrucciones del fabricante para saber los tiempos de secado entre capas.

Aquí tienes nuestra primera capa. No nos preocupamos mucho de la zona del lavabo porque va tapada con el nuevo mueble, pero aún así, con las dos siguientes capas lo rematamos mejor. Más que nada porque estamos de alquiler y, si algún día alguien quisiera cambiar el mueble, se iba a descojonar de cómo está pintado.




También pintamos la parte frontal de la bañera, que estaba con la misma baldosa que el suelo y no tuvimos mucho cuidado con los remates del mármol donde se ponen los champús o el suelo porque todo eso iba a taparse igualmente.

Mirad cómo cambia con sólo pintar las baldosas y la pared de blanco. Sin nada más.






2. Poner el suelo

No mentiré, esa parte fue la que más trabajo llevó. Porque pintar es un rollo, pero al menos no tienes que pensar y vas haciendo... pero el puñetero suelo nos llevó mucho más trabajo de lo que creía. 

Más que nada porque no hay ni un sólo tutorial donde te expliquen cómo lo tienes que hacer para colocar losetas o lamas y sortear las piezas como el wc o el bidé si no quieres desmontarlos. Porque sí, en youtube todo es super bonito y está todo preparadísimo con un suelo perfectamente anivelado y sin esquinas chungas ni zonas curvas... y aquí es cuando te preguntas ''¿En qué puto momento se me ocurriría a mi meterme en esto?'' Pero como ya tienes el suelo comprado, no te queda más remedio que exprimirte los sesos para buscar una solución... puede que yo no encontrara la mejor, ni la más rápida, pero mi cabeza no da ''pa' más'' y esto fue lo que ingenié, por si a alguien le sirve:


Cartones. Así de sencillo. Cartones a modo de plantilla.

- Al contrario de lo que había visto en tutoriales, donde se empieza a colocar el suelo por el centro de la habitación o por la zona de la puerta, empezamos por la esquina de la bañera para poder medir la distancia entre la loseta y el pie del bidé o el wc. 

- Colocamos la primera fila juntando las losetas con el sistema de click (es la parte fácil porque no necesitas ningún adhesivo).

- Para hacer el hueco del wc y el bidé, corté un cartón con la misma medida de largo y ancho que una loseta normal. Después lo coloqué entre la primera fila y el bidé y fui cortando la curva hasta conseguir que encajara. Luego lo marqué encima de la loseta con un rotulador a modo de plantilla, para saber por dónde cortar. ¡Importantísimo fijarse bien en las pestañas de la loseta que se van a encajar, para no equivocarse de lado!

- Para cortarlas usé un aparato super práctico que ¡no cansa nada! Lo único es que no se vende en tiendas. Se llama David :P Nah, ahora en serio. Procura cortar por la parte de abajo con un buen cúter, porque al ser como de caucho se clava mucho mejor. ¡Mucho cuidado con los dedos porque con la fuerza se escapa! 
Cuando lo tengas bien marcado, puedes partir con un golpe seco donde lleva el dibujo (que es como de un plástico duro). Es mejor así. Aprende de nuestros errores, que el pobre acabó con los brazos destrozados.

- Te recomiendo comprar un paquete más de los metros cuadrados que tienes porque se suele desechar una parte con los recortes. Nosotros tuvimos que comprar un paquete por sólo dos puñeteras losetas... pero la vida es injusta y eso lo sabemos todos :)

La zona del lavabo fue mucho más sencilla. Era todo más plano. Simplemente esperamos hasta el último momento para poder quitar el lavabo y colocar las últimas filas porque el fontanero vino a la mañana siguiente a ponernos el mueble nuevo. 

- Nosotros tuvimos suerte de no tener la puerta muy al ras, pero tú fíjate bien que puedas abrirla y cerrarla (si no puedes, tendrás que subir o lijar la puerta). Después coloca un perfil embellecedor para hacer el cambio entre el suelo nuevo del baño y el del pasillo, por ejemplo. 

 

3. Cambiar el aspecto de la repisa de la bañera

Otro tipo de suelo que hay y que puede venirte mucho mejor si optas por algo más fácil, son las lamas vinílicas. Son mucho más delgadas y flexibles y puedes cortarlas con unas tijeras. Vienen con el adhesivo incorporado y sólo tienes que pegarlas al suelo.

Yo usé dos lamas para renovar el mármol de la repisa y quedó tal que así:


Fíjate que puse un trocito super fino en el frontal para rematarlo mejor. Queda como mucho más limpio.
Truco: antes de pegarlas, lava la superficie con disolvente y seca bien. Así conseguirás que el adhesivo selle mejor y no se despegue con el agua. Presiona bien durante unos minutos y evita ducharte en unas horas.

 

4. Colocar muebles nuevos y decorar


Como casi nos morimos con la colocación del suelo, no necesitábamos sentirnos realizados con el mueble del lavabo. Así que tiramos por la vía cobarde y llamamos a un fontanero

Porque ya cuando entran temas de tuberías, cortar agua, cortar el cajón del mueble para que encaje y nosotros con el mismo material de bricolaje que un preescolar... comprenderás que lo más sensato era pedir ayuda. Cincuenta euros nos costó y ¡todos contentos! (Te pongo el precio para que sepas que no es tan caro, yo creía que lo sería más... aunque todo depende del trabajo que tengan que hacer y de sus tarifas).


Este estupendo conjunto de mueble, grifo, luz y espejo fue un regalo de mis suegros, ¡que son dos soles mañaneros!
Y yo me encapriché de la bombonera y del jabón de manos como colofón al baño pijo que nos habíamos currado.

El jabón es puto carísimo... Mira su página si quieres morir de infarto con el precio de sus productos... ¡100 eurazos por 300 ml de gel! Eso sí, son preciosos y vienen en packagings divinos con nombres tan rimbombantes como el jabón de pimienta rosa de Persia (y no me lo acabo de inventar, que existe ''deberdá''). Pero me da igual. Los amo.

Las estanterías y demás es todo de Ikea, no nos vayamos a flipar jaja.

¡Y ya está! una plantita por aquí... unas velas por allá... unas cajitas para almacenar y que quede todo despejado... 




Y un cuadro. Que siempre le da el toque de caserón bueno con arte para inspirarse durante el acto de la defecación.



¡Y ya tenemos nuestro baño! ¡Espero que te haya gustado! Nosotros ya ni nos acordamos de cómo era antes y la casera ¡flipó con el resultado! 
 
¿Te animas a hacerlo tú? ¿Ya lo has renovado y quieres compartir tu experiencia? ¡Deja un comentario!

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domingo, 15 de mayo de 2016

Co-wash después de un año. Me divorcio.

Llegó la hora de despedirse del co-wash. (Al menos por ahora)

Y no porque esté descontenta, sino porque soy un culo inquieto con mi pelo y necesito probar cosas nuevas. Vamos, que es el típico ''no eres tú; soy yo'' que tanta rabia da oír.




Ha sido una relación amor-odio durante todo el proceso. 
Al principio lo odié por dejarme el baño tan despejado de potingues, pero después lo amé por lo que me ahorraba en productos.
Lo odié por lo encrespado que me dejaba el pelo al principio, pero también lo adoré mil millones de veces por lo bien que me aguantaba el tinte y ahora me odio a mi misma por haberlo dejado y tener que invertir en productos el doble de caros.

Pero la decisión está tomada y me consuela pensar que siempre estará ahí como opción.
(Ejem... No te olvides que estoy hablando de un acondicionador. Espero que no estés leyendo ésto pensando en un paralelismo con las relaciones, porque entonces me haría parecer una jodida frívola egoísta jajaja)




Hay vida después del co-wash

 

Evidentemente no me llevo mi acondicionador para el co-wash a todas partes y, cuando viajo y me tengo que duchar en casas ajenas, no pretendo que lo tengan en todos sitios. Así que básicamente lo dejé por comodidad en esas situaciones.
Tengo que admitir que la primera vez que usé un champú normal me sentí fatal... como quien se fuma el primer cigarrillo después de haber dejado de fumar.
Piensas en lo que has tenido que renunciar para dejar respirar a tu pelo, en lo que te costó aprender a pronunciar ''amodimeticona'' o en lo natural que te parecía todo ahora que no usabas sulfatos...

Pero claro, usas champú una vez... y mi suegra, que es lo más mono del mundo mundial, siempre me ofrece sérums y mascarillas y cosas varias que me hacen caer en la tentación porque una no es de piedra... y ¡ya la hemos liado! :P

Aunque parezca que no, al principio cuesta volver a acostumbrarse a la antigua rutina.
Como con el co-wash tienes que usar bastante producto, la primera vez que vuelves a usar champú, te pasas y acabas con una cantidad de espuma inusitada sobre todo todo tu ser. Vamos, que te conviertes en una nube y sólo piensas en una cosa:
Que eres idiota.

Bueno, miento. También piensas en tu pelo y lo imaginas estropeándose e insultándote por darle sulfatos, pero una vez te pones esa mascarilla que te promete un milagro, ese sérum que te aportará el brillo de una farola y te secas el pelo es como.... HE VUELTO





Ya os iré contando qué productos uso ahora, pero de momento estoy bastante contenta con este champú porque es muy suave y no noto que me reseque el pelo, esta mascarilla que me vendió mi peluquera y ADORO su olor... es una línea con extractos frutales (ésta en concreto es de fruta de la pasión y naranja) y ya sabéis que esos olorcitos me encantan, y por último éste sérum anti-frizz que es mágia pura.

Siliconas...¡venid a mí!

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domingo, 8 de mayo de 2016

Evaluar el estado del cabello. Porosidad, hidratantes y proteínas

¿Porqué se me rompe el pelo?
¿Porqué mis mascarillas no funcionan?
¿Porqué siento que mi pelo no mejora por muchos productos que le pongo?

Estoy segurísima que alguna vez nos hemos hecho alguna o todas estas preguntas. Nos gastamos pequeñas fortunas en tratamientos de keratina, en productos con biotina, en mascarillas ultrahidratantes, y aún así nuestro pelo sigue rebelándose. ¿Porqué pasa ésto? 
La respuesta, como todo en esta vida, es el equilibrio.

Prepárate un cafelito porque es un post con mucha chicha y me pongo seria para explicarlo :)


Foto: Flickr coralie.vi

1. Proteínas e hidratación:

La proteína aporta estructura y firmeza, mientras que la hidratación le da elasticidad. Los dos trabajan para mantener y hacer crecer tu cabello.
Imagina que tu pelo es una planta; el agua es la hidratación y la tierra es la proteína. 
Si usas mucha tierra pero poca agua, la planta se secará, y si usas mucha agua pero poca tierra, la planta se ahogará. Lo mismo pasa con tu pelo, así que tendrás que fijarte en algunos puntos para descubrir si estás dejando alguna de estas dos necesidades sin cubrir:

1. Evalúa tu cabello

El mejor momento para hacerlo es después de la ducha, con el cabello húmedo. Coge un pelo y estíralo suavemente de los extremos con tus dedos:

- Si se extiende ligeramente, es elástico y vuelve a su posición inicial sin romperse, ¡estás de enhorabuena! Sigue con tu rutina de cuidados porque tienes el pelo balanceado.

- Si se estira como una goma y no se rompe porque es demasiado elástico, lo notas débil, se estira mucho y cuando lo sueltas no vuelve a su estado original, sino que queda como con ondulaciones, entonces es que tiene un exceso de hidratación y necesita más proteínas para darle estructura.

- Si no tiene elasticidad, lo notas rígido, duro y se parte con mucha facilidad es que tienes un exceso de proteínas y necesitas añadir hidratación a tu rutina.

2. Soluciona el problema

Una vez detectado el problema, encontrar la solución ¡es mucho más fácil!

- Para un exceso de proteínas: Tendrás que conseguir más hidratación y aminorar el uso de productos con proteínas. Esto significa ni champús con Biotina (el famoso champú para caballo), ni Keratinas, ni mascarillas caseras de huevo o yogur. Puedes usar la de miel o de aceite de oliva o comprar mascarillas hidratantes como ésta:
Kadus: Deep moisture Aporta hidratación dejándo el cabello suave y fácil de peinar. 



-Para un exceso de hidratación: Invierte los consejos de arriba para no sobrehidratarlo más. Es decir, añade más proteína a tu rutina como este tratamiento de aPHogee (que por cierto, va genial a pesar de oler a insecticida y ser tan líquido que aplicarlo es un mejunje asegurado)

 ApHogee Two-Step Protein treatment: Lo de two-step es porque se utiliza después del champú y antes de una mascarilla. Aplícalo según las instrucciones y después puedes usar el acondicionador de botella rosa (humectante equilibrante) que suelen incluir en un pack o puedes usar una mascarilla hidratante que ya tengas.



- Para mantener: Si tienes un equilibrio óptimo, lo lógico es que sigas como siempre. Puedes usar mascarillas de aguacate (contiene aceites naturales que le dan hidratación y además aportan la proteína del colágeno) o mascarillas de leche coco (no aceite ni agua de coco, sino leche, ya que ésta contiene un 60% de proteínas). Si quieres probar algo nuevo en tu baño, ésta mascarilla puede ayudarte a no pasarte de hidratación:
Redken: clear moisture repara, reequilibra y conserva el nivel óptimo sin una hidratación excesiva.


2. Porosidad

Ahora que ya sabes qué función tienen las proteínas y la hidratación, pasemos a la porosidad, porque dependiendo de cuál tengas, afectará en la manera en que tu pelo absorbe la humedad y los productos dependiendo de lo abiertas que estén tus cutículas.

1. Evalúa tu cabello

En esta ocasión tendrás que hacerlo con el cabello seco. 

- La primera opción es el test de flotación: Llena un vaso de agua y añade un pelo tuyo (puedes arrancarlo o cogerlo del cepillo) Si el cabello tarda entre 1 y 2 minutos en hundirse es porque tiene una porosidad alta y ha absorbido el agua rápidamente. Si tarda entre 3 y 5 minutos, su porosidad es media, y si tarda más o no se hunde, su porosidad es baja.

-La segunda opción es coger un mechoncito pequeño entre tus dedos (no lo arranques de la cabeza) y deslízalos desde la punta hasta la raíz. Si notas pequeños bultitos significa que las cutículas se abren con facilidad, por lo que tienes porosidad alta.

2. Soluciones para cada tipo:

- Porosidad Alta: Suele ser el caso más común si estás acostumbrado a teñirte o a usar productos de calor, ya que éstos deterioran la cutícula y ésta se abre con mucha facilidad.
Debido a que las cutículas están muy abiertas, es un pelo que atrae la humedad, se enreda fácilmente y suele tener mucho encrespamiento (frizz). Pero por esa misma razón, tampoco sella la humedad y pierde hidratación. 
Es un cabello que absorbe muy bien los tratamientos, pero a su vez le cuesta retenerlos. Por ejemplo, el color de un tinte lo cogerá rápidamente, pero también lo perderá rápido porque la cutícula no lo sella. Para solucionarlo, utiliza productos con proteína para darle estructura y no olvides la hidratación. Usa acondicionadores sin aclarado, sérums sellantes, y aceites que rellenen las cutículas para prevenir la pérdida de humedad. 

- Porosidad media: Es el equilibrio perfecto. La cutícula tiene flexibilidad para mantener el buen nivel de humedad porque permite que entre y salga la cantidad necesaria. Requiere muy poco mantenimiento. Intenta no abusar de los procesos químicos como tintes o decoloración y utiliza de vez en cuando tratamientos de proteína, pero no la uses en tu rutina diaria.

- Porosidad baja: Es considerado generalmente un pelo sano, porque sus cutículas están cerradas y eso le aporta brillo, pero también es difícil de tratar porque no penetra la humedad y cuesta mojarlo. Utiliza mascarillas libres de proteínas y altos en humectantes como la miel, aceite de coco, de jojoba o la manteca de Karité y elije siempre productos ligeros que no se acumulen en tu cabello. Cuando hagas algún tratamiento utiliza calor medio para abrir la cutícula.




Espero que estos consejos te ayuden a averiguar qué tipo de pelo tienes y te ayuden a entender que, a veces, el mejor producto no es el más caro, ni el que te recomienda una amiga, ni el que lees en un blog (que irónicamente te lo digo desde uno jaja), el mejor producto es el adecuado para tu tipo de cabello.
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lunes, 18 de abril de 2016

Tinte gris: Mi experiencia con muchas fotos

 

Mi nota es ''puta mierda'' (toma spoiler)

Así. Tajante. Un desastre de color. El peor que he intentado llevar (se me nota resentida ¿verdad? jajaja) Es un culo-veo-culo-quiero que después te haces tú con toda la ilusión de la vida y resulta que es el puñetero santo grial de los colores; no hay uno igual que otro y es más cambiante que el humor de una embarazada. Y lo que es conseguirlo y mantenerlo en casa ¡es que ya es imposible!

La primera experiencia ya fue cuestionable (si no la has visto pásate por esta entrada), pero pensaba que habría sido culpa mía por ser una impaciente y no haber empezado con una buena base. Así que decidí volver a probar pero esta vez lo haría como toca, ¡por el bien del blog! Para poder explicarlo paso a paso y opinar con más contundencia.



Fase 1: Renovación de pelos

Lo primero fue un corte para sanear el cabello. Como me lo había decolorado tantas veces para quitar el turquesa estaba muy pajizo. Y para tener cuatro pelos muertos prefiero no tener nada, así que ¡corte al canto!





Fase 2: Decoloración

La única complicación era que tenía restos de tinte permanente negro desde hacía unos cinco meses, aunque prácticamente ya no quedaba nada. Además, la raíz natural de unos cuatro o cinco centímetros y las puntas con restos de turquesa. Con semejante cacao de colores y porosidades diferentes en el pelo decidí que lo más sensato era ir a la peluquería. 


Después de la primera decoloración éste era el resultado. Aquí se pueden diferenciar perfectamente los tres tonos diferentes (raíz natural, tinte permanente y tinte turquesa):




Como el color no era uniforme porque casi no había aclarado en la parte del tinte negro, me decoloraron unas tres veces con un producto que no estropea la fibra capilar durante el proceso, lo que te permite hacer varias decoloraciones el mismo día.
Quizás conozcas el producto por Olaplex, Ecoplex, etc. Cada marca tiene su nombre. A mí en concreto me pusieron Juntiox y la verdad es que la diferencia con una deco normal es abismal.
Así salí el primer día después de tres decos y matizador para quitar el amarillo pollito:



Tres semanas después volví para retocar algunas manchas, raíces y para aclarar aún más el rubio:




Yo. Tres semanas de rubia por el mundo. Hacía siglos que no me veía con un tono tan normal, pero estaba emperrada en hacerlo bien y tener la base perfecta para acoger a mi querido gris... y al final tampoco me costó tanto acostumbrarme al rubio.
De todas maneras, aún me quedaron algunas manchas naranjas escondiditas.




Fase 3: Aplicación del gris parte 1

¡Y el día llegó! Después de casi dos meses de preparación, por fin le iba a dar una segunda oportunidad. 
Volví a investigar sobre el tinte que había comprado, por si había algo nuevo en Youtube y vi este vídeo (en inglés) que quizás te ayudará a decidirte por cuál tienes que comprar, ya que compara diferentes marcas en un mismo plano, con la misma luz y sobre el mismo tono de extensiones. Así no hay ninguna duda de si el color cambia con la luz (ya hablaremos de esto más adelante, porque telita con el tema de la luz) o si no sabes apreciar si una marca es más clara que otra.



Maldita suerte la mía porque ya tenía el gris de Adore y resulta que en el vídeo advierten que es muy azul. Así que para corregir eso, lo que hice fue diluirlo con un poco de acondicionador y así rebajar el pigmento.


Como ves en la foto, el más oscuro es sacado directamente del bote y el de abajo es  ya diluído más o menos 3/1:

Me lo apliqué sobre el cabello limpio y húmedo (como dice en las instrucciones) y así como lo iba aplicando ya notaba que algo fallaba. Las partes donde tenía un rubio más platino me estaban cogiendo el tono azul muchísimo más rápido que las demás zonas. Esta foto es a los 5 min de llevarlo puesto:


 Lo dejé actuar durante 15 min. La zona de las patillas y las puntas eran muy azules, mientras que la raíz o algunas zonas más naranjas habían cogido un tono más verdoso. Así quedó una vez lavado y seco:



Lo mejor es que, al hacerme las fotos para ir pasándole el parte a mi novio que estaba en el salón, ¡el color se veía bien! El efecto de la luz ya me empezó a rayar bastante.... En algunas se veía plateado (como en ésta de abajo) y en muy pocas se veía como realmente era (con las manchas que se ven en la foto de arriba con el pelo mojado, pero un poquito más claras):

 

 

Fase 4: Aplicación del gris parte 2

Estaba buscando un gris más saturado así que inmediatamente después de hacerme las fotos me volví a poner otra vez el tinte, pero esta vez sin diluir.
Sabía que corría el riesgo de que las patillas y demás zonas claras quedaran aún más azules, pero me daba una pereza tremenda seccionar el cabello para ir haciendo remiendos en las manchas... Visto desde una perspectiva profesional, habría sido mejor poner sólo el tinte puro en las partes más oscuras.
Aquí puedes ver que efectivamente la raíz casi no teñía, mientras que algunas zonas eran azules y los medios (ahora sí) ¡eran grises!



Una vez seco, el gris había mejorado considerablemente, peeeero... tenía bastante azul aunque la cámara de mi móvil se emperrara en demostrarme lo contrario. ¿Ves? Se ve muy uniforme:



La cosa estaba en que dependiendo de donde estuviera, la luz lo cambiaba todo. Aquí estoy en la cama, con las sábanas blancas de fondo se puede distinguir que es un gris con pequeños reflejos azulados/violetas:

 

A la mañana siguiente me hice un par de fotos y me volí loca jugando con el balance de blancos para que se viera exactamente como se veía en persona. Hete aquí la foto en cuestión:


Era rarísimo que no me cogiera prácticamente nada ni la raíz ni en la parte de atrás. Aunque sospecho que éste popurrí de colorines es debido a la porosidad del cabello:
- Donde era más poroso (más blanco y decolorado quizá en exceso) cogió mucho más el azul.
- Donde la porosidad era baja (como en las raíces con sólo una decoloración y las manchas naranjas que no conseguimos quitar) casi no se notaba nada a parte de un ligero tono verdoso.
- Y, lógicamente, donde la porosidad era óptima, el gris quedó perfecto. 

Te dejo algunas fotos más con diferente luz para que puedas ver que en realidad era azul (puede que no tan exagerado, pero definitivamente se veía):




¿No querías gris? ¡Pues ale! jajaja Lo mejor de todo es que me encantaba ver las fotos donde quedaba un gris perfecto como éstas del mismo día:


 

 

Fase 5: Perfeccionando el tono

Algo tenía que hacer, así que por la noche decidí lavar el pelo con un champú fuerte tipo anticaspa (vaaale, os seré ultrasincera, me lo lavé con fregaplatos jajaja, es que soy de pueblo) para quitar al máximo el azul. Me lavé tres veces y después apliqué una mascarilla super hidratante. Aquí las fotos por la noche:


Ains...qué bonito se ve aquí... :(

 


Y éstas son de por la mañana:





Bueno, perfecto no estaba, pero era taaaaan guay ver el color a través de la cámara del móvil :___)






Fase 6: Conclusiones y consejos

Mi conclusión es que el color no vale la pena. Es verdad que posiblemente no elegí el mejor tinte, o que quizás mi base aún no estaba del todo preparada por esas manchas, pero... seamos sinceros. ¿Quién tiene una base perfectamente uniforme y en el tono de rubio perfecto para que le quede gris y no cualquier otro color?
- Ve a la peluquería, si son buenos coloristas, podrán saber el matizador con el tono exacto dependiendo el color que te haya quedado con la decoloración. Si es más amarillo o más naranja tendrán que poner diferentes.
- Prepárate para una mini crisis de identidad mientras intentas conseguir la base porque lleva mucho trabajo y mucha paciencia.
- Olvídate de tener un gris perfecto. El pelo se ensucia y hay que lavarlo, el rubio acaba saliendo por partes y no dejas de mirar esas zonas que no son perfectas.
- Ahora, cuando miro fotos de chicas con el pelo gris, me autoconvenzo de que es su cámara que lo hace parecer perfecto. Porque eso pasa.

Yo no lo volveré a intentar. Me rindo... De todas maneras, sigo viendo las fotos donde el gris se ve bien y me encantan jaja Soy un caso perdido.


En fin... mi noviazgo con el gris duró literalmente dos días. Me teñí el pelo un jueves por la noche y el domingo por la mañana ya me cansé de ver manchas verdosas y azules y acabé decolorandome durante cinco minutos con una deco muy flojita (20 vol). Es que el mismo domingo me teñí de rosa pastel y ahora soy una princesota. Pero eso os lo contaré en el próximo post ;)




¡Gracias por leer!
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