domingo, 15 de mayo de 2016

Co-wash después de un año. Me divorcio.

Llegó la hora de despedirse del co-wash. (Al menos por ahora)

Y no porque esté descontenta, sino porque soy un culo inquieto con mi pelo y necesito probar cosas nuevas. Vamos, que es el típico ''no eres tú; soy yo'' que tanta rabia da oír.




Ha sido una relación amor-odio durante todo el proceso. 
Al principio lo odié por dejarme el baño tan despejado de potingues, pero después lo amé por lo que me ahorraba en productos.
Lo odié por lo encrespado que me dejaba el pelo al principio, pero también lo adoré mil millones de veces por lo bien que me aguantaba el tinte y ahora me odio a mi misma por haberlo dejado y tener que invertir en productos el doble de caros.

Pero la decisión está tomada y me consuela pensar que siempre estará ahí como opción.
(Ejem... No te olvides que estoy hablando de un acondicionador. Espero que no estés leyendo ésto pensando en un paralelismo con las relaciones, porque entonces me haría parecer una jodida frívola egoísta jajaja)




Hay vida después del co-wash

 

Evidentemente no me llevo mi acondicionador para el co-wash a todas partes y, cuando viajo y me tengo que duchar en casas ajenas, no pretendo que lo tengan en todos sitios. Así que básicamente lo dejé por comodidad en esas situaciones.
Tengo que admitir que la primera vez que usé un champú normal me sentí fatal... como quien se fuma el primer cigarrillo después de haber dejado de fumar.
Piensas en lo que has tenido que renunciar para dejar respirar a tu pelo, en lo que te costó aprender a pronunciar ''amodimeticona'' o en lo natural que te parecía todo ahora que no usabas sulfatos...

Pero claro, usas champú una vez... y mi suegra, que es lo más mono del mundo mundial, siempre me ofrece sérums y mascarillas y cosas varias que me hacen caer en la tentación porque una no es de piedra... y ¡ya la hemos liado! :P

Aunque parezca que no, al principio cuesta volver a acostumbrarse a la antigua rutina.
Como con el co-wash tienes que usar bastante producto, la primera vez que vuelves a usar champú, te pasas y acabas con una cantidad de espuma inusitada sobre todo todo tu ser. Vamos, que te conviertes en una nube y sólo piensas en una cosa:
Que eres idiota.

Bueno, miento. También piensas en tu pelo y lo imaginas estropeándose e insultándote por darle sulfatos, pero una vez te pones esa mascarilla que te promete un milagro, ese sérum que te aportará el brillo de una farola y te secas el pelo es como.... HE VUELTO





Ya os iré contando qué productos uso ahora, pero de momento estoy bastante contenta con este champú porque es muy suave y no noto que me reseque el pelo, esta mascarilla que me vendió mi peluquera y ADORO su olor... es una línea con extractos frutales (ésta en concreto es de fruta de la pasión y naranja) y ya sabéis que esos olorcitos me encantan, y por último éste sérum anti-frizz que es mágia pura.

Siliconas...¡venid a mí!

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2 comentarios:

  1. Jajajajaj, es genial porque acabo de leer cuando comenzó vuestra relación y claro, para mi han sido 5 minutos. Ahora no se si probarlo o no... jejejeje

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  2. ¡Me pasó lo mismo! También acabo de leer tu entrada de cuando empezaste con el co-wash. Y me convenciste. Así me toque cargar frasquitos de acondicionador a todos lados. Solo espero que mi pelo aguante el experimento porque la verdad es rizado y súper delgadito.

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