Mostrando entradas con la etiqueta mascarilla casera. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta mascarilla casera. Mostrar todas las entradas

domingo, 8 de mayo de 2016

Evaluar el estado del cabello. Porosidad, hidratantes y proteínas

¿Porqué se me rompe el pelo?
¿Porqué mis mascarillas no funcionan?
¿Porqué siento que mi pelo no mejora por muchos productos que le pongo?

Estoy segurísima que alguna vez nos hemos hecho alguna o todas estas preguntas. Nos gastamos pequeñas fortunas en tratamientos de keratina, en productos con biotina, en mascarillas ultrahidratantes, y aún así nuestro pelo sigue rebelándose. ¿Porqué pasa ésto? 
La respuesta, como todo en esta vida, es el equilibrio.

Prepárate un cafelito porque es un post con mucha chicha y me pongo seria para explicarlo :)


Foto: Flickr coralie.vi

1. Proteínas e hidratación:

La proteína aporta estructura y firmeza, mientras que la hidratación le da elasticidad. Los dos trabajan para mantener y hacer crecer tu cabello.
Imagina que tu pelo es una planta; el agua es la hidratación y la tierra es la proteína. 
Si usas mucha tierra pero poca agua, la planta se secará, y si usas mucha agua pero poca tierra, la planta se ahogará. Lo mismo pasa con tu pelo, así que tendrás que fijarte en algunos puntos para descubrir si estás dejando alguna de estas dos necesidades sin cubrir:

1. Evalúa tu cabello

El mejor momento para hacerlo es después de la ducha, con el cabello húmedo. Coge un pelo y estíralo suavemente de los extremos con tus dedos:

- Si se extiende ligeramente, es elástico y vuelve a su posición inicial sin romperse, ¡estás de enhorabuena! Sigue con tu rutina de cuidados porque tienes el pelo balanceado.

- Si se estira como una goma y no se rompe porque es demasiado elástico, lo notas débil, se estira mucho y cuando lo sueltas no vuelve a su estado original, sino que queda como con ondulaciones, entonces es que tiene un exceso de hidratación y necesita más proteínas para darle estructura.

- Si no tiene elasticidad, lo notas rígido, duro y se parte con mucha facilidad es que tienes un exceso de proteínas y necesitas añadir hidratación a tu rutina.

2. Soluciona el problema

Una vez detectado el problema, encontrar la solución ¡es mucho más fácil!

- Para un exceso de proteínas: Tendrás que conseguir más hidratación y aminorar el uso de productos con proteínas. Esto significa ni champús con Biotina (el famoso champú para caballo), ni Keratinas, ni mascarillas caseras de huevo o yogur. Puedes usar la de miel o de aceite de oliva o comprar mascarillas hidratantes como ésta:
Kadus: Deep moisture Aporta hidratación dejándo el cabello suave y fácil de peinar. 



-Para un exceso de hidratación: Invierte los consejos de arriba para no sobrehidratarlo más. Es decir, añade más proteína a tu rutina como este tratamiento de aPHogee (que por cierto, va genial a pesar de oler a insecticida y ser tan líquido que aplicarlo es un mejunje asegurado)

 ApHogee Two-Step Protein treatment: Lo de two-step es porque se utiliza después del champú y antes de una mascarilla. Aplícalo según las instrucciones y después puedes usar el acondicionador de botella rosa (humectante equilibrante) que suelen incluir en un pack o puedes usar una mascarilla hidratante que ya tengas.



- Para mantener: Si tienes un equilibrio óptimo, lo lógico es que sigas como siempre. Puedes usar mascarillas de aguacate (contiene aceites naturales que le dan hidratación y además aportan la proteína del colágeno) o mascarillas de leche coco (no aceite ni agua de coco, sino leche, ya que ésta contiene un 60% de proteínas). Si quieres probar algo nuevo en tu baño, ésta mascarilla puede ayudarte a no pasarte de hidratación:
Redken: clear moisture repara, reequilibra y conserva el nivel óptimo sin una hidratación excesiva.


2. Porosidad

Ahora que ya sabes qué función tienen las proteínas y la hidratación, pasemos a la porosidad, porque dependiendo de cuál tengas, afectará en la manera en que tu pelo absorbe la humedad y los productos dependiendo de lo abiertas que estén tus cutículas.

1. Evalúa tu cabello

En esta ocasión tendrás que hacerlo con el cabello seco. 

- La primera opción es el test de flotación: Llena un vaso de agua y añade un pelo tuyo (puedes arrancarlo o cogerlo del cepillo) Si el cabello tarda entre 1 y 2 minutos en hundirse es porque tiene una porosidad alta y ha absorbido el agua rápidamente. Si tarda entre 3 y 5 minutos, su porosidad es media, y si tarda más o no se hunde, su porosidad es baja.

-La segunda opción es coger un mechoncito pequeño entre tus dedos (no lo arranques de la cabeza) y deslízalos desde la punta hasta la raíz. Si notas pequeños bultitos significa que las cutículas se abren con facilidad, por lo que tienes porosidad alta.

2. Soluciones para cada tipo:

- Porosidad Alta: Suele ser el caso más común si estás acostumbrado a teñirte o a usar productos de calor, ya que éstos deterioran la cutícula y ésta se abre con mucha facilidad.
Debido a que las cutículas están muy abiertas, es un pelo que atrae la humedad, se enreda fácilmente y suele tener mucho encrespamiento (frizz). Pero por esa misma razón, tampoco sella la humedad y pierde hidratación. 
Es un cabello que absorbe muy bien los tratamientos, pero a su vez le cuesta retenerlos. Por ejemplo, el color de un tinte lo cogerá rápidamente, pero también lo perderá rápido porque la cutícula no lo sella. Para solucionarlo, utiliza productos con proteína para darle estructura y no olvides la hidratación. Usa acondicionadores sin aclarado, sérums sellantes, y aceites que rellenen las cutículas para prevenir la pérdida de humedad. 

- Porosidad media: Es el equilibrio perfecto. La cutícula tiene flexibilidad para mantener el buen nivel de humedad porque permite que entre y salga la cantidad necesaria. Requiere muy poco mantenimiento. Intenta no abusar de los procesos químicos como tintes o decoloración y utiliza de vez en cuando tratamientos de proteína, pero no la uses en tu rutina diaria.

- Porosidad baja: Es considerado generalmente un pelo sano, porque sus cutículas están cerradas y eso le aporta brillo, pero también es difícil de tratar porque no penetra la humedad y cuesta mojarlo. Utiliza mascarillas libres de proteínas y altos en humectantes como la miel, aceite de coco, de jojoba o la manteca de Karité y elije siempre productos ligeros que no se acumulen en tu cabello. Cuando hagas algún tratamiento utiliza calor medio para abrir la cutícula.




Espero que estos consejos te ayuden a averiguar qué tipo de pelo tienes y te ayuden a entender que, a veces, el mejor producto no es el más caro, ni el que te recomienda una amiga, ni el que lees en un blog (que irónicamente te lo digo desde uno jaja), el mejor producto es el adecuado para tu tipo de cabello.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

domingo, 30 de noviembre de 2014

Aceite de coco


Foto: Rebeca Divinedecay

Hoy os escribo para hablaros del aceite de coco.
Si te entretienes a buscar algo de información descubrirás que es uno de los aceites más versátiles que existen. Éstas son sólo algunas de las muchas propiedades que tiene:

- Es altamente hidratante, por lo que es excelente para mascarillas de cabello y para la piel.

- Ayuda a prevenir y eliminar infecciones.

- Puede usarse como colutorio o pasta dental ya que previene la placa y la gingivitis.

- Es excelente para cocinar. No se oxida al calentarlo y mantiene todas sus propiedades.

- Aporta vitalidad, estimula el metabolismo y ayuda a quemar calorías.

- Sus ácidos grasos pueden ayudar a personas con colesterol, pacientes de alzheimer o reducir las convulsiones en los epilépticos.



...Vamos, que visto así parece que comprar ese aceite es como tener la panacea universal.

¿Cuál uso? 


Desde que estoy con el Co-Wash, he estado buscando productos sin siliconas que me ayuden a hidratar el pelo, y ahora que estoy en esta fase de hierbas-lover voy probando con productos naturales para ver si dan resultado.

Decidí ir a la herboristería a por un bote pequeño para probar, -tampoco quería comprar 4kg por si no me gustaba- y encontré éste:



La chica, muy mona ella, me dijo que era aceite de coco sin refinar, totalmente orgánico y de primera prensada -es algo así como si tú mismo te hubieras subido al cocotero y hubieras hecho el aceite con tus manos- Eso se transforma en casi 8€ por 200ml, pero como estaba emperrada en probarlo lo compré.

Ella me dijo que lo usaba para cocinar; una cucharadita con el arroz blanco acabado de hervir le daba un toque buenísimo. Pero yo decidí llevármelo al baño y embadurnármelo por la cabeza. Así, sin más, como quien se suena los mocos con un billete.
Por cierto, tengo que probar lo del arroz pero con otro bote, que éste lo tengo sólo para el pelo. No me hace mucha gracia usarlo en la cocina cuando lo he cogido con las manos y algún que otro pelillo turquesa se ha quedado por ahí...

Cuando llegué a casa, lo primero que hice fue abrir el bote para olerlo y sentí que una fuerza sobrehumana me obligaba a meter el dedo y probar un poquitín... madre del amor hermoso ¡qué olor más rico!. Menos mal que es comestible porque, si no, no sé quién me hubiera tenido que parar.
A parte de su olor ¡está super rico!. No tiene misterio; sabe a coco.

Su textura es como de cera rayada, pero cuando lo tocas se funde rápidamente entre los dedos y queda líquido.



¿Cómo lo uso?



Había leído que si tienes el cuero cabelludo graso no es aconsejable aplicártelo en todo el pelo, pero también leí que funciona como regulador de grasa y que incluso puede eliminar la caspa porque tiene propiedades anti-hongos y anti-bacterias así que decidí probar y me lo puse por todo de la siguiente manera:

- Te aconsejo que no apliques directamente del bote, frota el aceite entre tus dedos/manos para calentarlo si no quieres acabar con pelotillas blancas en el pelo y en el suelo del baño. Me pasó la primera vez y duele tener que tirar esos trocitos de ''oro blanco''. Hay gente que lo calienta al microondas o al baño maría, pero con el simple calor de tus manos creo que es suficiente, además, así no estropeas su composición con calor artificial (manías raras que tengo...mira)

- Con el cabello seco (el agua repele el aceite y no penetrará si está húmedo) y desenredado, masajea cada centímetro del cuero cabelludo con un poquito de aceite. Tardé unos tropecientos minutos, pero al final conseguí que estuviera cubierto.

Aplica en el resto del pelo con un masaje para que el aceite entre en el pelo y peina. ¡Es una pasada lo bien que se peina!.

- Un moño y a la cama con una toalla encima de la almohada.

La primera sensación fue super agradable, tanto por el pelo que parecía que se estaba atiborrando a nutrientes nada más tocarlo, como por el olorcito a coco.

Tengo que admitir que cuando me lo puse parecía que estaba en Hawaii con una piña colada y un floripondio en la oreja, pero cuando llevaba media hora con eso en la cabeza me empecé a agobiar por el olor. Tanto que me llegué a sentir empachada y me notaba la cena en el cuello.
Pero bueno, es muchísimo mejor este olor que el de la mascarilla de huevo (yo es que con el olor de huevo no puedo).
Además, las manos me quedaron escandalosamente suaves y aproveché lo que me había quedado en ellas para restregarlo por la cara y el cuello (¡que no se tira nada!) y creo que he encontrado el ingrediente perfecto para una mascarilla hidratante casera porque no deja sensación aceitosa y se absorbe de maravilla.




Por la mañana, cuando me desperté, me duché como de costumbre. Te aconsejo que laves el pelo dos veces para eliminar cualquier resto de aceite.

Sólo en la ducha ya noté el pelo más grueso, no absorbió tanta agua (imagino que porque ya estaba lo suficientemente hidratado) y tardó muy poco en secarse. Una vez seco no parecía el mismo. Suave, desenredado y suelto.
Lo mejor es que también he notado que esas heriditas que tenía en la parte de la nuca se me están curando.
Una maravilla hoygan :D
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...