Para desconectar un poco del tema pelos y tintes, hoy os traigo un post con la ''manualidad'' más bestia que he hecho hasta ahora.
Cuando veo fotos de reformas en internet con el antes y el después me entra la misma envidia que pereza. A partes iguales.
¿Quién tiene tiempo para un proyecto que no se puede hacer en una tarde? Y encima si tienes que estar varios días con todo manga por hombro (bueno, en mi caso fueron varias semanas jaja). Pero os contaré un poco porqué esta vez ganó la envidia a la pereza...
La cuestión es que gracias a un post que leí de
treintay, (os la recomiendo porque es divertidísima y hace unas manualidades de escándalo) empecé a seguirla hasta que un día publicó una entrada con
la reforma que le había hecho a su baño. Me quedé tan megaflipada de lo fácil y resultón que quedaba que me animó a pensar que yo también podía hacerlo. Incluso compré el mismo suelo. ¡Culo veo culo quiero!
Ya ves.
Nos habíamos mudado a una casita centenaria; una planta baja mallorquina semireformada, con un corralito con su limonero, su pozo, todo mega cuco y con un potencial que te mueres.
(Así la decoramos)
El problemazo era el baño.
Como en todas las construcciones antiguas típicas de aquí, está fuera de la casa y tenía el aspecto del de mi abuela. Además esa combinación de baldosa azul y pared salmón... para morirse.
Vamos, que te entraba depresión cada vez que tenías ganas de mear. Así que pensé: Ya que está el baño fuera, ¡al menos que den ganas de ir! y así decidí convertirlo en un rinconcito apartado de la casa para disfrutar de tu ''soledad''... you know...
1. Desmontar y pintar las baldosas
El primer paso es desmontar todos los muebles. Sobre todo el espejo de diseño. No vaya a ser que lo estropeemos con todo el trajín. Mirad a mi novio desmontándolo con sus delicadas manos antes de envolverlo en plástico de burbujas...
Vale, ya paro con la ironía :P
Si tienes opción de completar la reforma en poco tiempo o tienes la suerte de contar con un segundo baño, te recomiendo que desmontes también el lavabo y cualquier otro mueble o pieza que entorpezca a la hora de pintar. Como nosotros sólo podíamos trabajar en ello los domingos y no tenemos otro baño, hicimos maniobras para pintar por detrás sin desmontar el wc o el lavabo que usábamos cada día.
- A la hora de pintar, elige una pintura específica para baldosas y una anti-moho y lavable para las paredes, en especial en la zona de la ducha.
Las hay de muchos colores y marcas, pero si lo que buscas es dar luminosidad y sensación de amplitud, lo mejor es optar por el blanco o por un color muy claro.
- Primero tienes que limpiar bien las baldosas con disolvente (si lo haces con un limpiador habitual pueden quedar restos de detergente o aceites y la pintura puede no sellar uniformemente). Seca después con un paño limpio.
- ABRE BIEN PUERTAS Y VENTANAS tanto para limpiar como para pintar. Nosotros incluso pusimos el secador en la puerta (a falta de un ventilador) para mover el aire, ¡porque se me iba hasta la cabeza con ese olor!
- Protege con cinta de carrocero y plástico las zonas que no quieras pintar, como el suelo o la grifería a la que puedes ponerle una bolsa encima.
- Recorta primero con un pincel los bordes y esquinas. Acaba el resto con un rodillo de esponja (importante que sea de esponja para un acabado super liso).
- Te recomiendo dar dos o tres capas de pintura para cubrir bien, sobre todo en baldosas oscuras, e insiste con el pincel en la parte de las juntas de las baldosas. Lee siempre las instrucciones del fabricante para saber los tiempos de secado entre capas.
Aquí tienes nuestra primera capa. No nos preocupamos mucho de la zona del lavabo porque va tapada con el nuevo mueble, pero aún así, con las dos siguientes capas lo rematamos mejor. Más que nada porque estamos de alquiler y, si algún día alguien quisiera cambiar el mueble, se iba a descojonar de cómo está pintado.
También
pintamos la parte frontal de la bañera, que estaba con la misma baldosa
que el suelo y no tuvimos mucho cuidado con los remates del mármol donde se ponen los champús o el suelo porque todo eso iba a taparse
igualmente.
Mirad cómo cambia con sólo pintar las baldosas y la pared de blanco. Sin nada más.
2. Poner el suelo
No mentiré, esa parte fue la que más trabajo llevó. Porque pintar es un rollo, pero al menos no tienes que pensar y vas haciendo... pero el puñetero suelo nos llevó mucho más trabajo de lo que creía.
Más que nada porque no hay ni un sólo tutorial donde te expliquen cómo lo tienes que hacer para colocar losetas o lamas y sortear las piezas como el wc o el bidé si no quieres desmontarlos. Porque sí, en youtube todo es super bonito y está todo preparadísimo con un suelo perfectamente anivelado y sin esquinas chungas ni zonas curvas... y aquí es cuando te preguntas ''¿En qué puto momento se me ocurriría a mi meterme en esto?'' Pero como ya tienes el suelo comprado, no te queda más remedio que exprimirte los sesos para buscar una solución... puede que yo no encontrara la mejor, ni la más rápida, pero mi cabeza no da ''pa' más'' y esto fue lo que ingenié, por si a alguien le sirve:
Cartones. Así de sencillo. Cartones a modo de plantilla.
- Al contrario de lo que había visto en tutoriales, donde se empieza a colocar el suelo por el centro de la habitación o por la zona de la puerta, empezamos por la esquina de la bañera para poder medir la distancia entre la loseta y el pie del bidé o el wc.
- Colocamos la primera fila juntando las losetas con el sistema de click (es la parte fácil porque no necesitas ningún adhesivo).
- Para hacer el hueco del wc y el bidé, corté un cartón con la misma medida de largo y ancho que una loseta normal. Después lo coloqué entre la primera fila y el bidé y fui cortando la curva hasta conseguir que encajara. Luego lo marqué encima de la loseta con un rotulador a modo de plantilla, para saber por dónde cortar. ¡Importantísimo fijarse bien en las pestañas de la loseta que se van a encajar, para no equivocarse de lado!
- Para cortarlas usé un aparato super práctico que ¡no cansa nada! Lo único es que no se vende en tiendas. Se llama David :P Nah, ahora en serio. Procura cortar por la parte de abajo con un buen cúter, porque al ser como de caucho se clava mucho mejor. ¡Mucho cuidado con los dedos porque con la fuerza se escapa!
Cuando lo tengas bien marcado, puedes partir con un golpe seco donde lleva el dibujo (que es como de un plástico duro). Es mejor así. Aprende de nuestros errores, que el pobre acabó con los brazos destrozados.
- Te recomiendo comprar un paquete más de los metros cuadrados que tienes porque se suele desechar una parte con los recortes. Nosotros tuvimos que comprar un paquete por sólo dos puñeteras losetas... pero la vida es injusta y eso lo sabemos todos :)
La zona del lavabo fue mucho más sencilla. Era todo más plano. Simplemente esperamos hasta el último momento para poder quitar el lavabo y colocar las últimas filas porque el fontanero vino a la mañana siguiente a ponernos el mueble nuevo.
- Nosotros tuvimos suerte de no tener la puerta muy al ras, pero tú fíjate bien que puedas abrirla y cerrarla
(si no puedes, tendrás que subir o lijar la puerta). Después coloca un perfil
embellecedor para hacer el cambio entre el suelo nuevo del baño y el del
pasillo, por ejemplo.
3. Cambiar el aspecto de la repisa de la bañera
Otro tipo de suelo que hay y que puede venirte mucho mejor si optas por algo más fácil, son las lamas vinílicas. Son mucho más delgadas y flexibles y puedes cortarlas con unas tijeras. Vienen con el adhesivo incorporado y sólo tienes que pegarlas al suelo.
Yo usé dos lamas para renovar el mármol de la repisa y quedó tal que así:
Fíjate que puse un trocito super fino en el frontal para rematarlo mejor. Queda como mucho más limpio.
Truco: antes de pegarlas, lava la superficie con disolvente y seca bien. Así conseguirás que el adhesivo selle mejor y no se despegue con el agua. Presiona bien durante unos minutos y evita ducharte en unas horas.
4. Colocar muebles nuevos y decorar
Como casi nos morimos con la colocación del suelo, no necesitábamos sentirnos realizados con el mueble del lavabo. Así que tiramos por la vía cobarde y llamamos a un fontanero.
Porque ya cuando entran temas de tuberías, cortar agua, cortar el cajón del mueble para que encaje y nosotros con el mismo material de bricolaje que un preescolar... comprenderás que lo más sensato era pedir ayuda. Cincuenta euros nos costó y ¡todos contentos! (Te pongo el precio para que sepas que no es tan caro, yo creía que lo sería más... aunque todo depende del trabajo que tengan que hacer y de sus tarifas).
Este estupendo conjunto de mueble, grifo, luz y espejo fue un regalo de mis suegros, ¡que son dos soles mañaneros!
El jabón es puto carísimo... Mira
su página si quieres morir de infarto con el precio de sus productos... ¡100 eurazos por 300 ml de gel! Eso sí, son preciosos y vienen en packagings divinos con nombres tan rimbombantes como el jabón de pimienta rosa de Persia (y no me lo acabo de inventar, que existe ''deberdá''). Pero me da igual. Los amo.
Las estanterías y demás es todo de Ikea, no nos vayamos a flipar jaja.
¡Y ya está! una plantita por aquí... unas velas por allá... unas cajitas para almacenar y que quede todo despejado...
Y un cuadro. Que siempre le da el toque de caserón bueno con arte para inspirarse durante el acto de la defecación.
¡Y ya tenemos nuestro baño! ¡Espero que te haya gustado! Nosotros ya ni nos acordamos de cómo era antes y la casera ¡flipó con el resultado!
¿Te animas a hacerlo tú? ¿Ya lo has renovado y quieres compartir tu experiencia? ¡Deja un comentario!